Comentario
El repertorio de temas del arte paleolítico se concreta en figuras de animales, figuras humanas -incluidas manos aisladas- y signos. Tanto en el arte mueble como en el parietal predominan las representaciones de animales hasta el punto que se ha podido escribir que el arte del Paleolítico es un arte esencialmente animalista. Esta fauna figurada incluye muchos animales hoy extinguidos, o que no se encuentran ahora en la Europa occidental, pero que vivían en ella en el Pleistoceno superior. Como se dirá más adelante, no hay, sin embargo, correspondencia entre los animales representados en el arte y animales cazados y consumidos, cuyos restos se encuentran en los yacimientos de la entrada de las cuevas. Para dar una idea de las preferencias de los artistas, transcribiremos una lista y los porcentajes de las figuras representadas. Esta lista fue elaborada hace años por A. Leroi-Gourhan sobre 1.974 casos (hay otras listas, según las cuevas que se tienen en cuenta, que alteran un poco los porcentajes pero no la tendencia) y con las proporciones (en tantos por ciento) que pueden verse a continuación: Caballos, 25; Signos, 15; Bisontes, 15; en conjunto el 54 %; Cabra montés, 7; Reno, 6,5; Uro o toro salvaje, 5; Ciervo, 4,5; Hombre, 4; Oso, 3; Peces, 3; Mujer, 2,5; Felinos, 2; Pájaros, 1; Mamut, 1; Rinoceronte, 1; Varios, 1.
Y si en lugar de una visión de conjunto, tomamos un caso particular, puede verse que las proporciones son aproximadamente las mismas. Por ejemplo, en la cueva de Ekain, según J. Altuna y J. M. Apellaniz, hay el siguiente número de figuras y porcentajes: Caballos, 34 (57,6 %); Bisontes, 11 (18,6 %); Cabras, 5 (8,5 %); Ciervos, 3 (5,1 %); Osos, 2 (3,4 %); Rinocerontes, 2 (3,4 %); Peces, 2 (3,4 %); en total, 59 figuras.
En la primera lista, si se excluyen las categorías signos, hombre y mujer, se observa que las imágenes animales alcanzan casi un 80 por 100 de la totalidad, lo que justifica lo dicho anteriormente. Además, debe observarse el hecho notable de que sólo tres figuras -el caballo, el bisonte y los signos- constituyen el 54 por 100 de la temática. Sea cual sea el sistema de interpretación que se adopte, la importancia de las representaciones animales, como obra de unas sociedades que basaban su vida en la caza, parece muy significativa. A las listas que hemos transcrito sólo cabría añadir algunas raras y a veces discutibles figuras de glotón, asno, foca, alce, jabalí y liebre. Del bestiario representado en las paredes de una cueva incluso se pueden obtener datos para su atribución cronológica -por depender la fauna de las fases climáticas-, como ha hecho J. González Echegaray para ciertas cavidades del norte de España.
De forma sucinta detallaremos a continuación las principales características de dichos animales, junto con algunos ejemplos de sus representaciones en las paredes de las cuevas o en el arte mueble, en los que no deben excluirse las convenciones y las licencias artísticas.